He cocinado esencia de luz, he diseñado los trazos de colores que la retina me ha marcado como máxima expresión del segundo ideal para captar una idea, y es que la fotografía, se improvisa con las reglas mas sencillas, buscar un sexto sentido al prisma tridimensional que apreciamos en cada mirada, pero que el calor de un suspiro, a veces cálido, a veces frió te hace captar la esencia de lo que pretende ser un momento irrepetible.
Y es que baile al atardecer del domingo con la intimidad que me aporta el objetivo de la cámara, en el teatro de lo infinito, donde todo significa algo, donde cada paso es una buena foto, donde cada giro es una captura de un concepto.
La noche iba secuestrando la luz, robandola del nuboso cielo metropolitano, pero la esencia ya estaba captada en la cámara, reflejando en su interior esta, la luz, la esencia, el espíritu de lo que una fotografía sin descripción expresa más que un diccionario dispuesto a buscar conceptos.
Me realiza la fotografía, me realiza su magia, me realiza su esencia. Soy cazador de prismas, de momentos....vivo por y con una cámara dentro de mi, y cuando pulso el disparador de la cámara que hace fotos, interpreto aquello que me rodea, texturizando las imágenes que mi retina desgasta en busca de la foto ideal, y del momento perfecto.
¿Es la fotografía algo mas que una foto? ¿Es una foto algo mas que fotografía?
Es la vida......una fotografía!
